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Autobiografía de Carl Jung que escribió a sus 81 años. Publicado en 1962, un año después de su muerte.
Me tomó mucho tiempo leer este libro, no porque esté largo (que lo está) pero porque tiene mucha información que requerí tiempo en digerir.
No tengo interés en la lectura rápida, creo que si lees libros muy rápido es porque, o el libro no es interesante o no te estimula lo suficiente. Los libros que toman tiempo en digerir son los buenos, esos que lees algunas páginas y los tienes que cerrar y poner a descansar para poder digerir, porque estimulan tu nivel intelectual.
Este libro, para mí fue uno de esos.
Caer en la realización de que Jung fue en su primera etapa de su vida introvertido se me hizo interesante. De padre ausente, de familia modesta en términos económicos, metido en su mente, soñando despierto, creando su propio mundo, así es como se describió en sus primeros años.
En un mundo en dónde actualmente pareciera que los extrovertidos son los que se llevan todo, es siempre interesante ver a introvertidos genios cambiando paradigmas.
Voy a crear una serie de posts sobre este libro con pasajes que me llamaron la atención, serán varias entradas, para mantener las cosas un tanto frescas. Digeribles.
En esta primera entrada voy a incluir un par de pensamientos sobre el inconsciente, Dios, la importancia de saber hacer preguntas y vivir una vida con integridad.
Leí este libro en su versión en Inglés, las traducciones son mias a mi mejor capacidad.
El prólogo de entrada es contundente y sin más, pone el tono del libro.
Mi vida es una historia de auto-realización del inconsciente. Todo en el inconsciente busca manifestación externa, y la personalidad también desea evolucionar fuera de sus condiciones inconscientes y experimentarse a sí misma en plenitud.
Lo que somos para nuestra visión interior, solo puede ser expresada por medio del mito. El mito es mas individual y expresa la vida de forma mas precisa que la ciencia. La Ciencia trabaja con conceptos de promedios, las cuales son muy generales para hacer justicia a la subjetiva variedad de lo que es la vida individual.
Memories, Dreams, Reflections – Prologue. Carl Jung.
En sus primeros años, habla de su relacion con Dios y de cómo lo percibía.
Nada me pudo persuadir de que la imagen de Dios aplicaba solo al hombre. De hecho me parecia que las altas montañas, los rios, lagos, árboles, flores, y animales ejemplificaban mas la escencia de Dios, que el hombre con sus ridículas ropas, mezquinidad, vanidad, mendacidad y egotismo aborrecible.
Memories, Dreams, Reflections – School Years. Carl Jung.
Carl Jung sobre la importancia de saber hacer buenas preguntas.
Encontré en Friedrich von Muller una mente que me atrajo. Vi cómo una afilada inteligencia comprendía problemas y formulaba preguntas, las cuales por sí mismas eran la mitad de la solución.
Memories, Dreams, Reflections – Student Years. Carl Jung
Carl Jung sobre tomar decisiones de vida con integridad.
Jung, de haber seguido una carrera normal basada en sus estudios hubiese sido, por inercia misma, Medico Internista, ya había conseguido un lugar e iniciado su internado y estaba encaminado a iniciar una carrera en esa área, lo cual hubiese traído muchos beneficios económicos y estatus.
Pero, ¿qué decidió hacer a cambio? Un día toma la decision de renunciar a su internado y decirle a su jefe que lo dejaba por iniciar una carrera en el ramo de la psiquiatría. Que en aquél entonces era un ramo muy verde, que no tenía mucha credibilidad, y que por obvias razones, a priori, no traería los beneficios de ser Médico Internista.
Mis amigos se quedaron atónitos, tomándome por un tonto por tirar una envidiable oportunidad de tener una carrera sensata en medicina interna, la cual estaba tan tentadoramente frente a mi, favoreciendo a este disparate psiquiátrico.
Memories, Dreams, Reflections – Student Years. Carl Jung
A lo largo de su vida, Carl Jung tomó decisiones de este estilo, las cuales parecieran un tanto radicales, y mas aun para la época. Pero según cuenta, siempre lo hizo porque sentía que de no hacerlo, viviría una vida sintiéndose un impostor.